Canarias, julio de 1975
MANIFIESTO HISTÓRICO y AUN ESTAMOS EN LAS MISMAS
MANIFIESTO DE LOS COMITÉS PRO-CONGRESO DEL PUEBLO CANARIO (C.P.C.P.C)
por carteldelasartesylasletras en 19 septiembre, 2011
Los Comités Pro-Congreso del Pueblo Canario han sido formados con el fin, que su nombre indica, de luchar por el pueblo canario en su camino hacia la “autodeterminación” y “el socialismo”, primer paso imprescindible para el hundimiento de las estructuras actuales, de opresión y subdesarrollo, y que puedan dar lugar a revolucionarias reformas en el campo laboral, social y económico y en la creación de una sociedad socialista; libre de interferencias extranjeras que hasta estos momentos nos están llevando a través de siglos de colonialismo hacia la pobreza y el caos en que estamos sumergidos.
Declaramos como uno de los medios para lograrlo, la celebración de un CONGRESO DEL PUEBLO CANARIO, donde se discutan, encausen y elaboren las reivindicaciones, necesidades y metas del “auténtico pueblo canario”, en las voces y votos de sus luchadores y defensores, los cuales de cualquier forma, bien a título personal o representando a organizaciones, estén trabajando por nuestras islas.
Como uno de sus fines, este Congreso servirá de UNION de todas las fuerzas comprometidas en él, sentando las bases de un eficaz FRENTE o MOVIMIENTO DE LIBERACIÓN NACIONAL.
Pedimos por tanto, a todos los patriotas canarios, conscientes de nuestra realidad actual y de los motivos que nos llevan a la lucha contra el Régimen y la nación opresora, que aúnen sus esfuerzos en torno a la lucha de liberación nacional, creando los C.P.C.P.C. en sus zonas de acción y trabajo, que sirven de vehículo de politización, intercambio de ideas y propagante, así como de denuncia de cualquier actividad opresora que el “régimen godo” o extranjero lleva a lugar en cualquier parte de nuestra tierra, obligándonos a los canarios al paro forzado, la miseria y la emigración.
Los C.P.C.P.C. han de guiar sus actividades, en cualquier zona donde se creen, para devolver al pueblo canario, esa personalidad social y cultural que la opresión española ha destruido y mancillado constantemente y aunque reconocemos que la población canaria, es actualmente, todo un conglomerado de razas y pueblos, típico resultado de cualquier sociedad colonizada durante siglos. Consideramos como un deber revolucionario, el extender todo aquello que nos caracteriza, desde la propia cultura y folklore hasta la historia verdadera e imparcial de Canarias.
Aceptamos desde un principio, eliminando cualquier tipo de fanatismos y absurdos racismos, a todo aquel que quiera luchar por nuestro pueblo, proceda de donde sea, pues creemos que para ser canario sólo es necesario sentirlo y demostrarlo.
Nuestros enemigos no son sólo los extranjeros y godos que nos explotan sino todos los canarios malnacidos que consienten y se benefician de ella.
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EL PRIMER PASO: ELIMINAR EL COLONIALISMO.
De todos es conocido que no hemos salido de la pobreza desde el principio de la colonización española. España utilizó a nuestras islas como obligada plataforma en su Comercio de Indias, durante este periodo una gran parte de la población autóctona canaria, superviviente de la conquista, fué exterminada con la esclavitud y la deportación, desapareciendo los últimos vestigios de una cultura diferente y primitiva. Los puertos canarios fueron a su vez convertidos en auténticos prostíbulos de la Ruta de Indias. La actuación y la crueldad de los nobles y señores, favorecidos por el reparto de tierras, así como de la misma Iglesia y posteriores “decretos reales”, fueron aislando a una población servil canaria, que no tenía “la pureza de sangre castellana”.
El asentamiento de gentes procedentes del tráfico de América y África, de anglosajones durante la hegemonía comercial británica en nuestro Archipiélago, así como una compleja mezcla y movimiento de la población, derivada del éxodo de las emigraciones masivas a América, durante las sucesivas crisis agrícolas que soportamos, el regreso de muchos y sus repoblaciones posteriores, en gran medida por peninsulares, han hecho todo una diversidad étnica, propia de la colonización, con nuestro población.
Aparte del “auténtico pueblo canario” o clase baja, compuesto en su mayoría por labriegos y pescadores y que soporto, las emigraciones y crisis en mayor proporción o englosó los contingentes armados que lucharon en Latinoamérica contra las fuerzas independentistas de aquellas tierras, existían y aún perduran clases superiores que como la nobleza o caciquismo, descendiente de los antiguos colonizadores castellanos, dueños de grandes zonas rurales; la burguesía administrativa y militar, procedente de los cuadros burocráticos que la administración colonial ha impuesto, compuesta en su mayoría por peninsulares. “La burguesía comercial”, en un principio por anglosajones y godos a quienes se le han añadido en épocas recientes, los hindúes y los árabes, está concentrada en las ciudades portuarias.
La población canaria aguantó, en absoluto abandono por la metrópoli, las crisis agrícolas de las papas, la caña, la cochinilla y en esta última década, la del plátano y tomate, sumergida nuestra agricultura en intereses comerciales extranjeros, sobre todo de Inglaterra y España, con sistemas, medios y materiales anticuados y pobres, basándose en el suicidio de “los monocultivos”, con la comercialización de estos en manos de intermediarios, bien caciques, godos o extranjeros, sin ningún tipo de ayudas contra la frecuentes sequías o fenómenos climatológicos como las cenizas, langostas o vendavales. Con la propiedad e intereses de las aguas y de las tierras en manos diferentes y con arcaicos métodos de distribución de tierras, proliferando “caciques” y “minifundios”.
Todo ello no ha sido problema para que el agricultor canario haya hecho emerger auténticos vergeles donde sólo había piedra, lava y arena en una titánica lucha contra la naturaleza e intereses extranjeros. En las últimas décadas, con la aparición de intereses e influencias multinacionales más agudas, en la comercialización de productos, el agro y la granja isleña se ha hundido totalmente, sin adecuada protección fiscal y merced a corrientes inflacionistas, no se ha podido soportar la competencia de símiles extranjeros ni en el interior de nuestros mercados insulares.
La burguesía canaria, entretenida en absurdas luchas regionalistas o en conseguir “falsos y engañosos privilegios administrativos y fiscales”, desde la Ley de Puertos Francos hace un siglo hasta el Régimen Económico Fiscal hay toda una cadena de imperfecciones y remiendos.
Esta burguesía no ha podido asumir en ningún momento su papel histórico y ha sido mero instrumento en manos del poder central, totalmente descapitalizada y con pocas apetencias no consiguió industrializar Canarias, ni siquiera en aspectos tan rentables como el pesquero-naval, ni supo aprovechar su situación de enclave marítimo mundial y su posición respecto a los mercados africanos, es ahí donde esta nuestro futuro, pero España lo ha ignorado y ha preferido que sigamos dependiendo de la metrópoli en nuestros mercados.
España ha permitido que las flotas de más de 30 países, incluyendo la suya faenan bancos como el canario-sahariano, sin ningún control y exterminando una zona considerada como la reserva de proteínas de Europa, sin hace nada en pro de una flota canaria, vende islas y grandes extensiones de tierra a inmobiliarias o empresas extranjeras, Alegranza es solo un ejemplo.
Y ahora, en estos últimos meses, después de la visita a Madrid del Presidente Ford, están los tratados secretos hispano-yanquis, donde se establecerán bases militares navales y aéreas en el sur de Tenerife y Lanzarote.
LA SOLUCIÓN: LUCHA POR LA AUTODETERMINACIÓN Y EL SOCIALISMO.
El Che Guevara dijo una frase que hizo historia:
“No hay desarrollo en un país subdesarrollado sin socialismo”.
Las experiencias de los países “no alineados” del tercer mundo, como Cuba, Argelia, Albania, Yugoslavia… han dado validez práctica a esa frase. Por ello, pensamos que sólo una auténtica REVOLUCIÓN SOCIALISTA podría a Canarias sacarnos del subdesarrollo económico, necesitamos urgentemente de una “Reforma Agraria”, que elimine las trabas que atan al campo, que dé la tierra a quien la trabaje, el incorporar nuevos cultivos y métodos científicos y modernos de trabajo y su comercialización, de la construcción de embalses y obras hidráulicas, dentro de planes comunitarios de desarrollo y explotación agraria, reincorporar zonas áridas y abandonadas en cultivables siguiendo los ejemplos de las comunas o “los kibuts” israelitas.
Luchamos a la vez contra la descapitalización existente, nacionalizando la banca, las grandes empresas monopolizadoras y las de carácter público, favoreciendo el desarrollo de empresas privadas mientras aporten a los trabajadores y al País Canario beneficios y control de ellas por los trabajadores, donde la dirección y administración sea ineficaz y explotadora.
Hacemos imprescindible la creación de una flota pesquera y una potente marina mercante, así como de Industrias Navales, ya que consideramos que gran parte de nuestro futuro está orientado al mar, a su comercio, a la explotación conjunta con los saharauis, del banco pesquero que nos separa, después de expulsar o controlar a las demás flotas extranjeras.
Nuestro programa económico no tendría ninguna base real si no va aparejado con planes culturales, que arranquen el analfabetismo, imponiendo una educación obligatoria y gratuita a todos los niveles como garantía de desarrollo científico.
Sería utópico e idealista este manifiesto si no creyésemos que estas “reformas” necesarias e imprescindibles o esta REVOLUCIÓN irreversible se llevase a efectos sin un sin fin de dificultades y luchas constantes contra las fuerzas reaccionarias o las mentalidades arcaicas y alienadas gran parte de nuestra población y sobre todo, contra los interminables intereses “extranjeros”, pero de lo que está claro es que sin la concienciación y apoyo del PUEBLO CANARIO esto quedaría en palabras, es nuestro pueblo quien democráticamente ha de dirigir sus destinos y sólo él sería el beneficiado de esta lucha.
NUESTRO CAMINO: LA LUCHA REVOLUCIONARIA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
En estos momentos de honda crisis mundial capitalista, Canarias ha quedado en bancarrota, los productos alimenticios y de primera necesidad, víctimas de la inflación y la especulación, alcanzan los precios más altos dentro de los dominios fascistas. El hundimiento de empresas canarias, como Betancort y todas aquellas controladas por el pequeño capital, la ruina de las inmobiliarias y el paro de urbanizaciones turísticas, que dentro de un caótico y miope plan de inversiones había llevado a cabo Información y Turismo, en su sueño de convertir esto en “Hawai europeo”. Como consecuencia de ello se han añadido nuevas oleadas de parados a los que hay que añadir estos últimos 3.000 trabajadores de Betancort a los cuales D. Víctor Fernández, Subdirector General de Trabajo, les dijo en Madrid: “Tendrán que emigrar, pero esto es algo que ocurre en muchos sitios…” estos contestaron “No estamos dispuestos a abandonar las tierras por las buenas, después de trabajar tantos años en ellas…” (Posible nº 26). La respuesta es todo un ejemplo revolucionario al derecho humano a la tierra que trabaja y aunque D. Víctor opine que: “la quiebra en si hay que verla como un medio de saneamiento de la economía dentro de un sistema capitalista, así prevalecen los fuertes y se hunden los débiles, estos aparceros de Betancort, que han vivido hasta ahora en míseras chabolas, sin contratos fijos, ni seguridad de ningún tipo, han decidido plantar cara al Régimen y no sólo no abandonan las tierras sino que forman piquetes o impiden la siembra por la nueva empresa, esta pide la intervención de La Guardia Civil, pero el nuevo y reciente Gobernador Civil la impide, pues no quieren que se corra la sangre, por miedo a que esto cree un enfrentamiento abierto con el pueblo canario, ya sensibilizado con los incidentes de la Asamblea Diocesana de Las Palmas.
En situaciones como estas, todos los canarios conscientes de nuestra realidad tenemos el deber y la responsabilidad histórica de organizarnos y luchar por una CANARIAS LIBRE Y SOCIALISTA, hemos de estar preparados para salir en defensa de todas las injusticias, que como las anteriores, se abaten sobre nuestro pueblo. De estar constantemente denunciando ante la opinión pública a aquellos oportunistas, falsos representantes o liberales vendidos al régimen (como el Director de “El Día”) que engañan e imponen los intereses de Madrid a través de sus órganos de propaganda.
Todo esto hemos de suplirlo y neutralizarlo a base de difundir toda la propaganda e ideas nacionalistas, con la polítización y la lucha de masas, organicemonos en torno al CONGRESO, en la formación de un Frente representativo de todas las fuerzas que luchan por Canarias, eliminando el individualismo y el sectarismo de acción existente.
Hacemos un LLAMAMIENTO a todas las organizaciones y grupos que actualmente llevan esta lucha, como el FLN, el MPAIAC, el PAC…. y demás organizaciones que coincidan con este programa del manifiesto, así como todos los patriotas, antifascistas, emigrantes y exiliados canarios, a que el Congreso del Pueblo sea el principio de esta unión necesaria para que la lucha sea llevada con toda la intensidad contra el opresor español.
Pedimos así mismo, que el representante del MPAIAC Antonio Cubillo, en virtud de su situación internacional, actúe de mediador y organizador , poniendo los medios que tenga al Servicio del Congreso pero que en ningún momento se considere él y su Movimiento, el representante de la lucha aunque reconocemos su valía e historial.
La representación y la dirección de esta se decidirá en EL CONGRESO DEL PUEBLO CANARIO.
Comités Pro-Congreso del Pueblo Canario
CPCPC
Canarias, Julio 1975