viernes, 20 de diciembre de 2013

MATRIOTAS CANARIOS EN EL RECUERDO-XXVII

 




JULIO BASTARRICA GALVAN



Eduardo Pedro García Rodríguez

Conocí al matriota Julio Bastarrica, su esposa e hijo en su tienda de mascotas en la calle San Sebastián, frente al mercado Ntra. Sra. De África, en los años setenta del siglo xx, en la trastienda tuvimos buenos ratos de amenas charlas en torno a nuestra lucha libertaria, y urdimos conspiraciones contra el colonialismo fascista, mas adelante estas charlas se prolongaban en su casa de El Sauzal.

Fue socio fundador de la Asociación Sociocultural Kebehi Benchomo en la que colaboró activamente tanto personalmente como económicamente.

Cofundador y Presidente de Solidaridad Canaria.
Reproducimos íntegramente este documentado artículo del docto conmatriota D. Francisco Javier González dedicado a la trayectoria humana y política de Julio Bastarrica:
“A la memoria de Julio  Bastarrica  Galván
1921 – 1996
Porque marcó caminos, dedicamos esta Ruta a la memoria de este compañero. Co-fundador y primer Presidente de  Solidaridad  Canaria.
JULIO  BASTARRICA,  “¡AHUL!”
¿Recuerdan el poema escolar del soneto: “me mandan a hacer Violante / y en mi vida me he visto en tal aprieto…”?  Así me sentí yo cuando ese nuevo Violante, llamado Jaime Sáenz, me “mandó” escribir estas líneas con un par de días máximo de margen, sobre el compañero Julio, al que va dedicada esta edición de nuestra Ruta de Bentejuí.  Escribo lo que antecede como descargo previo por solo usar la memoria para unos hechos, los que marcan la vida de Bastarrica, que merecían un trabajo más serio y un análisis más exhaustivo.  Diciendo esto, las disculpas por los posibles errores o lagunas, pedidas quedan.  Sean generosos o culpen a Jaime del resultado.
Cuando conocí a Julio fue solo por la voz.  Julio entonces se llamaba “Carlos” y yo unas veces “Pedro” y otras “Hatacuperche”.  Según para qué.  Estábamos a principios del 75 y “Carlos” formaba parte del Comité Central del Partido de los Trabajadores Canarios PTC del que yo “Pedro Hatacuperche” –era un “militante de seguridad”, solo conocido por algunos miembros del CC.  Tuve que esperar casi dos años para ver el aspecto que tenía la voz de Carlos en el cuerpo de Julio, lo que sucedió en su comercio frente a la Recova de Nª Sª de África en Santa Cruz, local que fue la matriz donde se originaron muchas de las actividades políticas y sociales de aquellos cruciales momentos de lucha.  A partir de aquí, por su barba blanca, Julio pasó a ser “El Viejo” (sospecho que eso me pasa hoy a mí) o “El Pajarero” en razón a la naturaleza de su negocio “Mundo Animal”, dedicado sobre todo a la cría de pájaros, pajarería que hoy regenta su esposa, la compañera Mery Izquierdo Estévez, y que estuvo a punto de convertirse en cenizas cuando algún errado canario, oscuramente atrapado por un falsete colonial, trató de eliminar diferencias políticas mediante el fuego.
Julio Bastarrica Galván nació en La Laguna el 1 de julio de 1921.  Hijo de Julio Bastarrica, un mediano propietario agrícola y marchante de galerías de agua, y nieto de militares de la etapa colonial cubana.  Estudió en el Colegio de Los Salesianos de Santa Cruz todo aquello que, durante la monarquía borbónica de Alfonso XIII, se consideraba como esencial en esta primera etapa: las cuatro “reglas” y la religión.  El Bachillerato quedó en un proyecto borrado por la Guerra de España y sus terribles secuelas en nuestra patria.  En aquella sociedad isleña del 36, la influencia ambiental y familiar encuadran a Julio en el grupo que mis tíos, militantes comunistas activos durante la República y la guerra española, y vecinos de Julio, denominaban como “laguneros santurrones”.  Misa dominical “de doce” en la Catedral, Primeros Viernes y Adoración Nocturna podrían ser un excelente resumen de esta etapa en la que comienza a participar con su padre en los negocios de las galerías y el alumbramiento y especulación del agua.
Todo parecía augurar un futuro, D. Julio Bastarrica como Esclavo de Cristo y la Hermandad del Santísimo y de profesión terrateniente y agua mangante, pero la depresión económica que sufre Canarias con el bloqueo producido por la Guerra Mundial, actuando sobre una familia como los Bastarrica, de siete hermanos de la pequeña burguesía agraria hace asomar el espectro del hambre, obligando a Julio, como a millares de canarios a escoger el camino transmarino, llegando a Venezuela a principios de los 50, “con una mano atrás y otra alante”  como gráficamente expresa nuestro dicho popular.  Desde que llega a La Guaira busca trabajo y el primero que consigue es de albañil.  De allí a Caracas y, como todos los canarios, con el intermedio de la Plaza Candelaria, pasa a trabajar en el Mercado Central o “del Coche”, feudo canario-caraqueño por excelencia donde el día comenzaba con los primeros camiones que llegan a las dos de la madrigada y termina con los últimos que se van a las doce de la noche.  Tras multitud de oficios, entre ellos el de enseñante que luego ejercerá de nuevo a su vuelta a Tenerife, termina instalando y regentando una gestoría para facilitar el contacto Canarias-Venezuela.
 Como Secundino, y como miles de canarios más, Julio descubre África y nuestra triste realidad colonial en América y ese descubrimiento cambia toda su vida.  En Venezuela entra en contacto con ilustres isleños, que podríamos ejemplificar en dos, ambos herreños.  Por un lado, Enrique Gutiérrez, comunista militante, profesor de Bellas Artes –autor de la escultura caraqueña de Secundino Delgado- combatiente contra la dictadura de Batista por lo que tiene que exiliarse también de su segunda patria en Haití y Cuba y participante destacado en el nacimiento y desarrollo de la guerrilla venezolana del MIR en la etapa Betencourt, fue fundador, junto a otros como Estrada Mirabal o Francisco García, del venezolano Movimiento de Independencia de Canarias MIC de orientación marxista-leninista.  Por otro, a José Manuel de Villena Quintero, propietario con su esposa, la excelente y valiente patriota Rosario Barrios Ramos, de otra gestoría isleña en Caracas y militante del “Guañac Canario” que bien proponía la independencia patria con netas influencias bolivarianas. Julio opta por el marxismo que en esa época estudia a fondo, y apoya al MIC.  Desde su gestoría se remiten a Canarias cartas y propaganda patriótica, alguna de las cuales me consta tuvieron influencia en la radicalización de antiguos componentes de la cuasi-romántica RIA (República Independiente del Atlántico) de los años 50.
Julio regresa a Canarias en 1963, tras trece años de fructífera formación en Venezuela y se casa con Mery en el 64.  Ya en Tenerife toma contacto con Manolo García, popular propietario de esa especie de consulado gomero en la capital tinerfeña que era y es el “Bar Imperial”.  Manolo García, militante del PCE y combatiente antifranquista, no logra retener a Julio en el seno del “Partido” justamente por la excelente formación marxista-leninista de Julio que lo obliga a afrontar la cuestión colonial canaria, para la que la República Federal Española que preconiza el PCE no es solución.  Por encima de esa profunda diferencia ideológica a Manolo García y a Julio Bastarrica los une, además de la lucha antifranquista, una buena amistad, que da como resultado el que por mediación de García, Julio se convierte en propietario, como parte de una sociedad a tres que luego no funcionaría, del “Bar Caribe” frente a la Recova tinerfeña, negocio que adquiere al deshacerse la sociedad y en el que instala la pajarería que la va a dar uno de los cariñosos sobrenombres a los que, por idiosincrasia amazigh heredada, somos tan dados los canarios.
Julio adquiere su dimensión política plena dentro del PTC, en aquellos momentos aún parte del “Movimiento” (MPAIAC) del que, consiguientemente fue destacado militante.  La pajarería se convierte en un lugar clave de enlace con Argel y fuente permanente de enfados con Mery por los cierres intespestivos y frecuentes que se veía obligado a hacer para sus contactos telefónicos, sobre todo cuando a partir de 1975 comienza sus emisiones de media hora “La Voz de Canarias Libre” desde los estudios de Radio Argel, conjuntamente con “La voz del Sahara Libre”.
Tras el asesinato por la policía colonial española de Bartolomé García Lorenzo en agosto del 76 y la terrible represión, con la secuela de encarcelamientos que le precedió y le siguió, el Comité Central del PTC, constituido por Julio junto a Carlos Fuentes, Alberto Talavera, José Miguel Martínez (“Soto”), Pedro Brenes, Luis Molina y de algún otro cuya memoria guardo  -y cuyos nombres me permito sacar a la luz por ser de todos, incluyendo las autoridades coloniales, sobradamente conocidos-  comprende la necesidad de disponer de una organización que tuviera capacidad para afrontar el problema de los presos políticos canarios, complementando la actividad que realizaba la CCT en el campo sindical.  Así nace la idea de “Solidaridad Canaria”, idea en la que participan por parte del MPAIAC destacados militantes como Raimundo o Hupalupa. 
La decisión de presentar los Estatutos al Gobierno Civil para su tramitación se ve retrasada por un conflicto interno que va a determinar el rompimiento del PTC con el MPAIAC.
Efectivamente el 1º de noviembre de 1976, aniversario de la Revolución Argelina, se lanza desde “La Voz de Canarias Libre” la consigna de la “propaganda armada” como apoyo para las acciones diplomáticas que desde Argel desarrollaba Antonio Cubillo para el MPAIAC.  Esta decisión, tomada sin consultar al Comité Central del PTC, causa el distanciamiento entre ambas organizaciones, rompimiento cuyas secuelas se arrastran hasta hoy.  La tesis que sostenía Julio y que hizo suya el PTC, era que la propaganda armada, o la posterior etapa de la lucha armada por la independencia, entonces en plena preparación, tenía que ser iniciada, desarrollada y dirigida y controlada desde el interior de la patria, al pie mismo de los acontecimientos y con un conocimiento realista de la cambiante situación política que vivíamos, mientras que el criterio de la dirección del MPAIAC era que la dirección y el desarrollo estaban al servicio de la actividad diplomática paralela del MPAIAC en la que centraban todas sus esperanzas tras la presentación ante el Comité de los 24 de OUA sobre Canarias reconociendo nuestro derecho a la Independencia.
Por encima de esas diferencias se imponía un hecho: los presos políticos en Canarias iban aumentando y la amnistía, así, genéricamente, era una inspiración social generalizada.  Las familias de los presos, muchas en condiciones verdaderamente precarias, necesitaban también de una solución.  Todo ello, unido a la necesidad de una aparato legal que colaborará a la imprescindible toma de conciencia de un pueblo colonizado, hicieron aparcar las diferencias y reimpulsar la idea de “Solidaridad Canaria”, cuyos Estatutos se presentaron a la legalización a fines del 76 y son gubernativamente rechazados, siendo Gobernador Civil de Tenerife  –lugar donde se presentaron- el ahora neoconverso “nacionalista” Luís Mardones Sevilla.
El 24 de Enero de 1977 es una fecha que va a precipitar muchos acontecimientos.  Ese día con las detenciones en Gran Canaria de “Tafuk” y “Mohamed”, comienza una oleada de detenciones de activistas del MPAIAC con un total, si no recuerdo mal, de 23 detenidos.  Ahí caen Guanapay, Tecén, Tanausú, Gumidafe, Echedey, Tafira, Gáldar, Tony, Tinguaro, Aimendeyacoan, Semidan… y culminan con las de Guetón en las Palmas y Romén en Santa Cruz.  Las detenciones  afectan menos a los militantes del PTC que, por su carácter y estructura leninista, guardaba mayores medidas de seguridad, pero va a tener enormes repercusiones en esta organización y en la interesante historia de una célebre maleta que viene de Gran Canaria a Tenerife a manos de “Romén” y que, a pesar de la importante intervención de Julio en ella y de la que yo mismo tuve, no relataré ahora en pro de la extensión, pero que prometo contar en otra ocasión.  Lo que interesa ahora es que los militantes del PTC se ven forzados a pasar a una clandestinidad estricta  y Julio se refugia durante casi un mes, en casa de compañeros  -los hermanos Molina- y posteriormente en el Sauzal hasta que cede la presión policial.
De nuevo, en mayo del 77 está en la brecha, presentando los nuevos Estatutos de “Solidaridad Canaria” a la legalización.  A partir de ahí, un torbellino permanente de presiones, retenciones, detenciones… y el semanal reparto de los pobres paquetes de ayuda, muchas veces acompañado de Jaime Bethencourt, a las familias de los presos (arroz, lentejas, gofio, latas de sardinas…) Festivales como el de Taburiente en la Plaza de Toros de Santa Cruz, Semana Pro-Amnistía, Festival en el Guimerá… Todo ello para recaudar los fondos para el funcionamiento de Solidaridad.  Los “Cuadernos” de Hupalupa, las listas de nombres guanches, las charlas por todos los pueblos y barrios, los juzgados uno tras otro formaban el paisaje cotidiano de aquella Solidaridad combatiente y efectiva que se extendía y crecía.  Así surgió en Tamarán, tras una entrevista en Las Palmas de Julio con el que sería presidente de la gestora en esta isla Cándido Rodríguez Ruano y a sus compañeros de trabajo solidario.
Cuando en Agosto de 1979 sucede la escisión en el PTC  -que traslada a la CCT y a Solidaridad Canaria-  Julio tomó partido por el ala que se convertiría en el Frente Popular para la Liberación de Canarias FPLC, mientras que yo optaba por la que se convertiría en Partido Revolucionario Africano de Las Islas Canarias PRAIC, lo que nos separa organizativamente, ya que no ideológicamente.  Volvemos a encontrarnos primero en la fundación del Centro “Amilcar Cabral” y luego en el FREPIC-AWAÑAK, del que el PRAIC es organización fundadora junto a Colectivos Nacionalistas y Colectivos Comunistas, ambos nacidos de la debacle de PCU y Julio preside nuestro III Congreso.
Al compañero  -camarada- Julio no le faltaban rasgos de humor, como cuando nos espetó, al enterarse de que la palabra AHUL serviría de contraseña para la entrada a la Catedral de La Laguna, donde efectuábamos un duro encierro y que el generalizado desconocimiento de nuestra lengua mazighia, hacía que los que querían entrar pronunciaran AZUL. ¿Y por qué coño no decimos ROJO, que es lo que somos?  Ironías de la vida.  La realidad ha dado la razón a los que, aparentemente, no la tenían.  Hoy sabemos, por nuestro mayor contacto con mazihiohablantes que la pronunciación correcta se acerca más a AZUL (Z) que a aquel AHUL del que tan orgullosos nos sentíamos de reintroducir en nuestro vocabulario cotidiano.  Carácter serio y reflexivo, no se arredraba en una discusión en que mantenía, con infinitas variantes, sus puntos de vista, pero que era capaz de las más severas autocríticas, como una que presencié y compartí, analizando con Estrada Mirabal en una visita a La Laguna a finales del 92, los errores que en este largo camino hacia la independencia habíamos cometido.
Ávido lector, el tránsito a la Puerta del Este lo sorprendió leyendo una obra sobre la emigración clandestina canaria a Venezuela y con el sentimiento de que su enfermedad le iba a impedir acudir al homenaje público a Hupalupa, que se le adelantó, como Pepe Villena, en ese viaje sin retorno en que nos reencontraremos con los machiales, los espíritus de aquellos que nos precedieron.  Fue el 1º de Abril del año pasado, un día más para nuestra particular y colectiva tarha, cuando los compañeros de Tamarán habían decido otorgarle la Añepa que honraba medio siglo de la vida de un hombre dedicado, aparte de a su mujer y a su hijo, a un único objetivo: ver du patria libre e independiente, recuperar nuestra dignidad como pueblo.  Por eso considero un acto de justicia dedicarle esta Ruta, como se le ha dedicado antes a otros camaradas combatientes como Miguel “El Frutero” y que recuerda, junto a Bentejuí, a los que han luchado por ese ideal.
Este año, las noches de la Ruta cuentan con un cometa, pero brillarán también en el cielo canario siete estrellas de esperanza al conjuro de un nombre: Julio Bastarrica Galván que nos acompaña como machial.
Compañero  Julio: ¡AZUL!
Francisco  Javier  González”.